¿Cuál es tu oficio?

           

           Leónidas, conduce a sus hoplitas al desfiladero de las termópilas para enfrentarse a las hordas del ejército Persa. Durante el trayecto, sus tropas se encuentran con un ejercito venido desde Atenas.

           La misión de los Atenienses es apoyar a los Espartanos para contener a las tropas Persas en el desfiladero de las termópilas. Pero los Atenienses, quedan sorprendidos del poco ejército con el que cuenta Leónidas. Éste, orgulloso de sus soldados, se dirige a los Atenienses preguntándoles por sus oficios (hay alfareros, herreros…).

           Leónidas, se vuelve hacía su ejército y con voz marcial, pregunta a sus soldados: ¡Espartanos! ¿cuál es vuestro oficio? Ellos responden …

           El mundo de progreso siempre ha tendido a la profesionalidad. Ello, extrapolado a nuestro día a día, nos hace pensar en el cardiólogo que nos examina el corazón o el escritor que nos hace soñar con sus palabras. Sin embargo, cuando todas las mañanas nos dirigimos a un bar para degustar un café y de esta manera activarnos y coger energía suficiente para nuestras tareas cotidianas, parece que poco importa, que el lugar no sea especializado en ello, que no sepa que tipo de café ofrece o que mezcla tiene.

           Tampoco se tiene en cuenta, si el camarero pone los gramos exactos para el expresso, ni que tipo de vajilla usa, ni cuál es el tiempo de extracción o cuál es la temperatura óptima de la leche.

           Todo ello, debido a que la mayoría de la gente sea profana en el tema y le de igual un tipo de café u otro. Quizás simplemente, porque busque algo caliente que le active, incluso aunque sea un mal café y para ello tenga que disimular su sabor con abundante azúcar.

           Por ello, desde aquí, reclamo la búsqueda constante de locales donde la especialización sea el objetivo a seguir y en donde podamos ver el trabajo realizado por ese profesional que quiere mostrarnos su pasión por este oficio.

           En estos locales, puedes oler los aromas que buscan con cada taza, cuidando al detalle la calidad del grano (proporcionado por artesanos microtostadores), que pone su toque de distinción. La correcta molienda, la vajilla adecuada, la justa extracción, el control de temperatura y hasta la delicadeza de sus lattes, son sus señas de identidad.

          Todo proceso es mimado hasta el mínimo detalle, e incluso a veces, hasta por el mismo precio.

          ¡POR FAVOR! No vayas a la guerra sin guerreros.

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